Me había despojado de mi armadura, y cual barco a la deriva mi vida iba ya sin dirección.
Me olvide de mi.
Me olvide de vivir.
Me olvide de lo bonito que se sentía mirarse en unos ojos que no te amenazaran,había olvidado lo bonito que se siente estar en el calor de un abrazo que se da sin esperar nada.
Lo admito, ya no tenía nada.
Pero en el lugar y en el momento cuando menos lo esperaba te encontré.
Y ahí estaba yo, con una sonrisa que no sabía donde ocultar y con las ganas inmensas de que tus ojos me miraran una vez más.
Quería buscar en tus ojos el pedazo del alma que se me escapó en el instante en que cruzamos miradas, me importo un carajo todo a nuestro al rededor y con el miedo quemándome el alma volví y te abracé sin imaginarme que ese pequeño instante me cambiaría la vida.
En esto del amor yo no se si lo voy haciendo bien, para ser totalmente honesta había dejado de creer... pero que se les dice a las mariposas de la panza cuando de golpe se te quieren escapar.
¿Como se hace para que las piernas dejen de temblar?
O como diablos se le hace entender al corazón que se detenga y deje de correr tan rápido porque no tenemos nada que ofrecer.
Sin imaginarme que del otro lado una chispa en ti desperté.
Aún no entiendo que viste en mis ojos tristes o si fue mi torpeza o mi imperfección la que te hizo una invitación a asomarte a este corazón que con mucha paciencia para ti decore.
Recogí todos los pedazos rotos y aunque hay heridas que no las borra ni el paso de los años, en mi alma te acomode.
Y ya no sé ni cómo entraste o si fue mi locura la que te a seducido... hoy solo sé que si un día te vas de mi lado, contigo se irá la magia que en mis ojos encontraste y mis ganas de amar otra vez.
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