Ella vestía de ángeles a sus demonios,
disimulaba con su mirada
la inocencia que a muchos hipnotizaba,
y que con su sonrisa los cautivaba.
Ella no era símbolo de belleza
pero siempre tenía quien la halagará,
y a donde iba, algunos ojos la miraban,
y ni que decir de los pirópos que con descaro le lanzaban.
Ella que era una chica perfecta para amar,
sabía que a nadie podía conquistar,
porque traía el infierno
que a muchos lograría atormentar.
Ella rechazaba a todo aquel que la conquistaba,
porque amo con tanta fuerza
que cuando la dejaron,
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