Soy esa guitarra abandonada en el rincón...
Y tal vez mi vida de nada servirá cuando pase el tiempo y vea que él ya no esta, cantaré una canción que dira: yo viví por ti hasta el fin.
Permite que sea parte de tu cuerpo, que tu respiración se confunda con la mía, que tus labios y los míos parezcan una misma boca, que tus caricias queden selladas a mi piel y unidos en intrincado nudo, nos volvamos un solo latido, corazón y alma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario