Renunció a ti, he decido alejarme, de la misma manera que un día comencé a quererte; me voy pero ahora con la certeza de que no me seguirás, que nunca lo hubieras hecho.
Renunció a la idea de que en algún momento correspondas a lo que yo siento; te dejo el montón de ilusiones estupidas que hice cada vez que volteabas a verme, creyendo que era yo tu único paisaje.
Renunció a tu vida de mentira, a tu falsa felicidad y a los mensajes de las noches en que la soledad de abruma, no quiero seguir ilusionándome con algo que no sucederá, que tú ni siquiera contemplas.
Renunció a suspirar por ti, a que mis ojos se vallan contigo cada vez que te alejas, a que mi voz se entrecorté cada vez que estás cerca, a sentir que mi mundo se mueve cuando llegas y que todo se derrumbe cuando te vas.
Renunció a querer que tus ojos me vean cuando tu apenas sabes que yo existo, renunció a quererte por que no puedo ir por la vida cargando un sentimiento que de nada sirve.
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